mantenloSimple: Consejos para sonido en vivo

Este es el primer post que escribo para mi blog y decidí escribir sobre algunos ‘tips’ que aprendí durante mi carrera como ingeniero de sonido en vivo; probablemente resulte bastante evidente para algunos, sin embargo, espero sea de utilidad para muchos otros. Sobre todo imagino que será útil para personas que están iniciando en el mundo del sonido en vivo. Sin más que decir puedo resumir mi experiencia a mantenerlo simple y siempre recordar los fundamentos.

Conocer a las personas con las que se va a trabajar es tan importante como conocer los equipos con los que se va a trabajar.

Recuerdo en los primeros conciertos y eventos a los que asistí como ingeniero de sonido, lo primero que hacía era preguntar por los equipos o enviar mi ‘rider’ técnico para conocer con que herramientas iba a contar, prepararme y organizarme para el día del evento. Cuando la primera pregunta que debía hacer era ¿Hay alguien a cargo del lugar y/o los equipos? Aprendí que esta pregunta era vital para sobrevivir a diferentes eventos.

Generalmente los productores u organizadores, tienen muchas cosas en la cabeza, por lo que aunque son quienes nos contactan y quienes pagan, son los menos indicados para dar respuestas que se van a necesitar al trabajar, no voy a decir que todos porque siempre existen excepciones pero en general es así.

El nombre que nos proporcionen va a ser nuestro mejor aliado, por lo general las personas que están encargadas del lugar van a conocer horarios de cierre/apertura, equipos con los que vamos contar y lo mejor de todo las limitaciones que tenga el sistema. Genial ¿no? Una pregunta, y uno o dos nombres nos acaban de aliviar un montón de dolores de cabeza. Y si tenemos suerte que si preguntamos la vamos a tener, vamos a aprender muchísimo, ganar tiempo, uno se ve muy profesional y quien sabe quizás hasta hagamos un par de contactos del medio, que en este negocio son muy importantes. Definitivamente es un salvavidas! Este consejo es igual de valido para festivales, eventos en un teatro, conciertos en bares, y muchos otros eventos que existen y van a existir.

Ahora un par de consejos mucho más prácticos. Una consola que es el centro de mando de un sistema en vivo en su forma simplificada tiene una toma de nivel o preamplificadores, filtros pasa bajos y filtros pasa altos (LPF y HPF sus siglas en Inglés) aunque es mucho más común encontrar estos últimos más que los segundos, ecualizadores y potenciómetros de control de nivel de salida. Por supuesto que en un nivel medio o avanzado se puede hablar de compresores y efectos, sin embargo los dejaré de lado en un principio. Recuerdo que hace algunos años en muchos de mis primeros eventos en los que por diferentes razones tuve que simplificar mi rutina de trabajo para obtener un buen sonido, encontré tres pasos:

1. Asegurarme que tengo una buena toma de señal. Es decir que todas mis señales llegan a la consola y que ninguna de mis señales está clipiando. Este es un problema basntante común sobretodo cuando más de una persona utiliza el mismo sistema de sonido. Un ejemplo de este problema se lo encuentra en recintos con diferentes aplicaciones como bares y teatros. La solución por si esto no está funcionando es revisar conecciones y niveles de entrada (nivel del preamplificador).

2. Filtrar todas las señales. Esta es un práctica básica que no sé si todos colegas la compartan conmigo. La idea de esta forma de trabajo es obtener un «buen» sonido a base de usar únicamente información útil, es decir la nota fundamental y si es posible excitar sus armónicos más importantes. La forma ideal de conseguir esto es a través de un FPA (Filtro Pasa Altos o HPF) y un ecualizador gráfico o paramétrico. Por supuesto esto de esculpir la señal de esta manera toma un tiempo, que en un evento en vivo no siempre se lo tiene. Por lo que mi práctica más habitual es la de al menos utilizar el FPA para la separar la frecuencia fundamental y sus armónicos.
   
   Aunque podría parecer una excepción filtrar el uso frecuencias graves como las de un bombo muchas veces es necesario. No me quiero arriesgar a decir una frecuencia específica porque una frecuencia fundamental es relativa de su afinación y las propiedades físicas de un instrumento, sin embargo, una forma de darme cuenta que tengo suficiente información de frecuencias graves es cuando la frecuencia más grave del espectro sonoro resuena con mi pecho, no es un secreto que las frecuencias graves más que escucharlas se las siente. Toma un tiempo saber diferenciarlas y encontrarlas pero una vez que uno sabe detectarlas son una constante. Digo esto último porque aunque por mejor oído y entrenamiento que una persona tenga el rango auditivo humano está definido entre 20Hz y 20kHz, que para muchas personas ya resulta bastante.

3. Asegurarme que todas mis señales se pueden diferenciar en la mezcla. Mucho mas allá de si es una mezcla perfecta me enfoco en que cada señal se escuche. Siguiendo el consejo anterior que cada frecuencia fundamental y sus armónicos tengan su lugar.

Estos tres pasos son una forma minimalista de trabajar las señales; pero también, dejando de lado la parte técnica, es un gran aporte musicalmente hablando porque preservamos la dinámica de cada instrumentos si hablamos de música.

Sin duda estos son el mínimo de requisitos para que un evento suene bien y me atrevo a decir que cualquier evento sonará bien y se obtendrán excelentes resultados. Pero existe una gran diferencia en que un evento suene bien y que suene increíblemente bien! Y para esto necesitaremos los procesadores dinámicos y efectos.

Los procesadores de dinámica o compresores de audio son bastante útiles para controlar niveles sin embargo también alteran la dinámica de interpretación de un instrumento musical así como también cambia en mayor o menor medida el tono del instrumento y dependiendo del contexto esto va a ser útil o no. Este punto podría ser bastante debatible ya que en estudio este tipo de procesos son una de las características de sonidos «modernos». Es por eso que considero el uso de compresión en sonido en vivo para controlar niveles.

Los efectos son la cereza del pastel. Existe dos efectos que son los más comunes en sonido en vivo, reverberación y delay. El primero recrea espacialidad, como por ejemplo un instrumento en un lugar determinado: un pasillo, escenario, garaje, teatro, iglesia entre otros. Mientras que el segundo da una sensación de continuidad, genera transiciones y llena o complementa espacios vacíos en la línea del tiempo.

Muy pocas veces he tenido que usar reverberación en recintos cerrados ya que estos poseen su propias características acústicas, sin embargo, aunque no es una regla he encontrado que mientras menos instrumentos más efectos se puede aplicar. Probablemente es gusto personal o porque muy pocas veces existe el tiempo para pulir y seleccionar el efecto necesario para la ocasión.

El delay es otro efecto que encontrado muy útil y con un uso particular en las voces, he utilizado este efecto en instrumentos solistas con pocas notas musicales, así también un buen truco es exagerarlo en finales de frases. Esto da una sensación de «epicidad».

Como regla general cuando menos instrumentos existen o menos notas existan mayor resultado tendrán los efectos.

Finalmente, si hay un consejo que realmente me gustaría dar es:

Siempre mantenerlo simple y en caso de problemas siempre recordar fundamentos.

La tecnología en audio evoluciona increíblemente y cada vez hay herramientas más sofisticadas que resultan útiles y extremadamente entretenidas para jugar, aprender y experimentar pero vale también recordar que sin importar los equipos que utlicemos las propiedades del sonido siempre van a seguir siendo las mismas.